Nuestra Historia
Hacienda La Quemada es un lugar lleno de historia y cultura,
rodeada por una comunidad que refleja el México de hoy.
Aun recuerdo la llamada de mi tío Joaquín aquel día finales de 1989. Había un comprador para la Hacienda La Quemada y por ser heredero en una parte necesitaban mi aprobación. Decidí visitar aquel lugar donde pasé increíbles momentos de mi niñez. El impacto al ver el abandono y el estado de ruina y destrucción en el que se encontraba causó un profundo dolor en mi corazón. Era como si la Hacienda estuviera gimiendo. Lo que sentí me movió tan profundamente que decidimos no vender y mas bien hicimos todo lo que pudimos para comprar a las otras partes..
Durante 7 años, trabajamos duro en su mantenimiento y restauración, en este tiempo cosas realmente milagrosas pasaban. Todos en mi familia estábamos muy contentos por la decisión que habíamos tomado.
Por situaciones personales tuve que abandonar la hacienda en 1997 y no quise saber nada mas de ella. Fue un tiempo de mucho dolor para mi y mi familia. Sin embargo, Laura seguía creyendo que teníamos que volver a La Quemada.
En el 2003, cuando Christian terminó sus estudios en la Universidad y estaba trabajando en Europa, Laura platicaba mucho con él buscando su apoyo para volver a La Quemada, pues sabía que él tenía un corazón sensible a las necesidades de la gente. En el 2004, Christian decidió estudiar en Estados Unidos, pero también empezó a tener una mayor inquietud por irse a vivir allá. Para el 2005, Christian ya tenia la certeza de que tenia un llamado para servir en la comunidad de La Quemada. Ese mismo año él decide comprometerse con Jessica y le comparte su plan de vivir ahí… ella también se compromete con la misma visión..
Ese fin de año de 2005, estando ellos recién casados recuerdo como la familia de Jessica y nosotros los ayudamos a mudarse e instalarse. Me emocionaba pensar que La Quemada sería levantada y los admiraba por su valentía y determinación.
Llegaron para seguir con el trabajo del campo y muy poco tiempo después se les presentó la oportunidad de hacer el primer campamento. Era increíble pues hacían todo; cocinaban, hacían las actividades, limpieza, etc. Fue el origen de Epicentro La Quemada. En este tiempo también lograron empezar un acercamiento con la gente de la comunidad.
Tres meses después se compromete Ana Laura con Guillermo y después de su boda se van a vivir a Dallas. Ya sin hijos en casa, Laura me convence para irnos a vivir a La Quemada para apoyar la visión que se tenía y apoyar el proyecto que Christian y Jessica ya habían empezado.
Llegamos exactamente un año después, lo cuál permitió que se sumaran esfuerzos. Se busco el acercamiento con el gobierno, se organizaron brigadas médicas para la comunidad, los campamentos tomaron mas forma, tuvimos visitas de grupos extranjeros con el interés de apoyar lo que estábamos haciendo, la producción en el campo se hizo mas estable generando cada vez más empleos y así se fue fortaleciendo nuestra relación con la comunidad.
En el año 2008, nació Andrea, nuestra primer nieta. Cuando cumplió 3 años y estaba ya en edad escolar, Chris y Jessie deciden meterla al kínder de la comunidad lo cuál permitió un acercamiento más intimo con las madres de familia.
A principios del año 2010, Ana Laura y Guillermo se sumaron al proyecto y se mudaron desde Dallas con el propósito de establecer nuevos negocios que fortalecieran la economía para seguir adelante con la visión.
Durante estos años nos pudimos dar cuenta de las muchas carencias que había en la comunidad y en su tejido social, y así fue como se empezó a gestar la idea de crear un centro comunitario que nos permitiera empezar a apoyar a niños con sus temas escolares y enseñarles inglés y apoyar a los padres de familia con diversos temas de salud, higiene, alimentación, etc.
La necesidad de atraer más recursos para apoyar este proyecto nos llevo a buscar constituir una asociación civil: La Quemada Próspera A.C.
El proyecto sigue avanzando, el campo prosperando, y la comunidad siendo transformada.
Agradecemos a los amigos que nos han apoyado económicamente, a los que han venido a dar su tiempo en este lugar y a todos aquellos que de una y otra forma han sido parte de este proyecto.
Te invito a sumarte a este proyecto, aun hay mucho por hacer!!
Joaquin Langenscheidt Ramírez de Arellano